La cetosis es el reflejo de la combustión de las grasas.

Cuando ayunamos, al no aportar hidratos de carbono a nuestra alimentación, pasamos a quemar grasa como fuente de energía y entramos en un estado de cetosis.
Como consecuencia de este metabolismo de las grasas aparecen los cuerpos cetónicos en nuestro organismo.
Los cuerpos cetónicos eran considerados como sustancias nocivas porque aparecen en estados patológicos y se asumía que la cetosis era un signo que evidenciaba la enfermedad.
Hoy día, sabemos que los cuerpos cetónicos aparecen como señal de la combustión de las grasas en lugar de la combustión de hidratos de carbono como fuente de energía y que no siempre es señal de patología.
Es por ese motivo que es muy importante no confundir la cetosis nutricional, con la cetoacidosis diabética.
La cetoacidosis diabética es patológica y perjudicial y se da en diabéticos de tipo I o en diabetes de estado avanzado de tipo II.